Día 1 de la Visita

La mejor manera de comenzar a visitar la ciudad es haciendo una visita al Casco Histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1955, y que, junto con el de Oviedo son los más importantes y mejor conservados del Principado de Asturias. Pasear por sus calles es realizar un recorrido por la historia desde la Edad Media.  

Encontraremos edificios, palacios, y plazas con encanto que comparten un elemento común: el soportal. Aquí mismo, en el Casco Histórico, y situado en la calle más antigua de la ciudad llamada La Ferrería encontramos el Museo de la Historia Urbana, un lugar imprescindible para entender el desarrollo de la “Villa del Adelantado”.

A continuación, nos acercaremos hasta la Plaza del Mercado o Plaza de los Hermanos Orbón, lugar en el que se celebra todos los lunes un mercado semanal que data del siglo XV, cuando los Reyes Católicos concedieron a la villa de Avilés el privilegio de celebrar un mercado franco, para que pudiera recuperarse de un desastroso incendio que asoló la ciudad en 1478. La plaza, también soportalada, acoge un elemento central fijo, donde se encuentra el mercado de abastos, y en sus aledaños y el vecino Barrio de Sabugo encontraremos diferentes lugares donde disfrutar del aperitivo y el tapeo para reponer fuerzas.

Por la tarde podremos recorrer las calles más comerciales de la ciudad, donde conviven las tiendas de toda la vida con los comercios más innovadores, boutiques de moda, joyerías, tiendas de decoración...un auténtico regalo para la vista en un “centro comercial abierto”.

El mejor broche al primer día en Avilés sería poder disfrutar de alguna de las muchas actividades culturales que se ofertan en el Teatro Palacio Valdés o en el Centro Niemeyer.
 

 

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