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El concejal de Desarrollo Urbano y Económico, Manuel Campa, y la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín

Iniciamos este encuentro tan importante para todos nosotros en unos momentos muy difíciles para la Unión Europea. Creo que durante estos meses vividos, tanto de pandemia como ahora de esta crisis tremenda en Ucrania, contribuyen a reafirmarnos en los planteamientos de lo que hoy queremos aprobar como Manifiesto de estas quince ciudades.

Creemos que en nuestro origen se establecen las bases que muestran nuestra identidad.

El 18 de abril de 1951 se firmaba en París el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que sentaba los fundamentos de lo que posteriormente sería la Unión Europea: establecer un mercado común en torno a dos materias esenciales para la industria europea, como eran el carbón y del acero, e iniciar un camino de unidad para una Europa que superaba la devastación económica, política y moral generada por dos guerras mundiales que asolaron su territorio.

Hoy, 2 de marzo de 2022, constituimos la Red de Ciudades Europeas por la Industria. Y lo hacemos con el silbido de las bombas a las puertas de Europa y ante la imperante necesidad de recuperar una posición de liderazgo para la industria europea.

Europa debe impulsar una industria moderna, capaz de generar alto valor añadido y de responder a los nuevos retos del mundo, con una firme apuesta por el conocimiento, la investigación y la innovación. De lo contrario, está condenada a vivir excluida de los grandes cambios que asumirá el mundo: una industria competitiva y verde.

Asumimos al constitución de esta red por la imperante necesidad de que hoy Europa dé este paso adelante. Y lo hacemos 15 ciudades europeas que nos distinguimos por haber impulsado una alta especialización en materia industrial, a diferencia de otras ciudades, asumiendo el doble compromiso de impulsar una amplia diversificación productiva cuyo acelerador es la modernización de nuestra industria.

La crisis sanitaria ha evidenciado la importancia de disponer de una industria fuerte y suficiente, capaz de garantizar nuestra provisión interna. Somos muy conscientes de la actual escalada de nacionalismo económico que vive el mundo, que limita los beneficios del comercio. No la compartimos, pero consideramos imprescindible otorgar a la industria europea un papel imperante como referente geopolítico en el nuevo contexto productivo mundial que está surgiendo.

Un compromiso con el futuro que está en el corazón de la Unión Europea. Ya el artículo 173 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, firmado en Roma en 1957, establecía que "la Unión y los Estados miembros asegurarán la existencia de las condiciones necesarias para la competitividad de la industria de la Unión.  A tal fin, dentro de un sistema de mercados abiertos y competitivos, su acción estará encaminada a:

• Acelerar la adaptación de la industria a los cambios estructurales
• Fomentar un entorno favorable a la iniciativa y al desarrollo de las empresas en el conjunto de la Unión, y, en particular, de las pequeñas y medianas empresas
• Fomentar un entorno favorable a la cooperación entre empresas
• Favorecer un mejor aprovechamiento del potencial industrial de las políticas de innovación, de investigación y de desarrollo tecnológico"

Basándonos en estos principios, establecidos en 1957, constituimos esta red de Ciudades Europeas por la industria, en 2022, con unos objetivos claramente definidos:

1. Generar un movimiento favorable en la Unión Europea sobre la importancia que la industria asume como factor de innovación y corazón productivo de Europa.
2. Consolidar la industria como elemento estratégico del posicionamiento geopolítico de la Unión Europea en un mundo altamente competitivo.
3. Incorporar el desarrollo industrial de la Unión Europa como eje estratégico de los programas de Fondos Europeos.
4. Establecer una relación constante entre el tejido industrial de las ciudades partícipes de la red, de tal forma que se generen sinergias continuas en el ámbito de la investigación, la innovación y el consolidación de una nueva industria sostenible.

Hoy estas 15 ciudades damos un paso muy importante en este nuevo impulso que debe dar Europa hacia el futuro. Y lo hacemos muy conscientes de lo que hoy se juega Europa.

Queremos consolidar en Europa una industria comprometida con la industria 5.0, con la investigación en nuevos materiales, con las nuevas tecnologías disruptivas en torno a la robótica, la sensorización, la  logística inteligente, la impresión 3D, el Big Data, la realidad virtual o la nanotecnología.

Una Unión que garantice las condiciones de competencia de la industria europea frente a modelos de países terceros que producen bajo dumping social y medioambiental. Porque salvaguardar la riqueza medioambiental de nuestro planeta exige desarrollar nuevos modelos sostenibles, y penalizar a quienes no los cumplen.

Queremos una industria comprometida con un nuevo modelo energético que garantice un precio competitivo para la industria, sobre todo la electrointensiva, y que apueste por las energías renovables y camine en la autonomía energética. Esta es la Europa que impulsa esta red que hoy constituimos.

Mi agradecimiento personal, por la total implicación de todas las ciudades que nos unimos en este imprescindible y apasionante reto por Europa. Una Europa que debe salir reforzada a pesar de los difícilísimos momentos que vivimos.

Mi agradecimiento a las ciudades alemanas de Böblingen, Sindelfingen, Detmold, Solingen y Saarbrüken, la ciudad francesa de Saint Nazaire, la ciudad se los Países Bajos de Schiedam, la ciudad Belga de Ghent, la ciudad de Chequia Ústi nad Labrn, la ciudad de Portugal Vila Nova de Famalcäo, la ciudad de Polonia Dabrowa Górnicza y las españolas de Manresa, Barakaldo y Sabadell.

Hoy comienza una nueva etapa para nuestra industria, estamos dispuestos a afrontarla con todo el convencimiento.

Muchas gracias por su atención.