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ALFARERÍA TRADICIONAL DE ESPAÑA: alfarería para la miel y la era
Centro Municipal de Arte y Exposiciones (CMAE)
Del 16 de septiembre al 15 de octubre de 2023

Las XV Jornadas de Alfarería en Avilés traen en esta ocasión la exposición ALFARERÍA TRADICIONAL DE ESPAÑA: alfarería para la miel y la cera, congrega la mayor colección del mundo realizada nunca hasta ahora compuesta por 150 piezas de alfarería antigua (siglos XVII-XX) relacionadas con la miel y con la cera, de las que podrá disfrutar quien se acerque por el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Avilés (CMAE), desde el 16 de septiembre hasta el 15 de octubre de este 2023.

Cantarillo de miel. Con (Málaga)
Col. Luis Porcuna

150 piezas creadas para un mismo fin en diferentes zonas poblacionales, definidas sus diferencias de tamaño, forma y acabados por la costumbre y cultura del lugar de procedencia y en función de la mayor o menor producción apícola, bien orientada a un uso doméstico, o bien para su comercialización a mayor escala.

Candelabro. Manises (València)
Col. ANMinvestigación

Desde arnas o vasos cilíndricos a modo de colmenas de barro cocido, provistas con pequeños agujeros para la entrada de las abejas, u otras colmenas vegetales recubiertas en este caso de barro crudo, incluso varias piqueras para colmenas de pared, pasando por cebadores para alimentar a las abejas con harina de maíz, castañas cocidas, pan reblandecido, o con agua con miel o azucarada (en Asturias, a veces azúcar disuelta en vino) en épocas de sequía o de falta de floraciones para que la producción de miel no decayese o para prevenir enfermedades de los enjambres.

Meleira. Gundivós. Sober (Lugo)
Col. Rosa Carballés

Otras piezas son alcollas mieleras, embudos y lebrillos como receptores de cestos vegetales para filtrar la miel de los panales, barriles de enjambrar (la enjambrazón se da a principios de la primavera, cuando hay abundancia de alimentos y la temperatura comienza a subir, momento en que las abejas deciden fundar un nuevo hogar o es más fácil recogerlas para enjambrar una nueva colmena); tejas, hormas o cobijas (trozo de buena dimensión de alguna gran tinaja rota. En la alfarería todo se aprovecha…) para proteger la colmena de la lluvia. También ahumadores de curiosas formas atizados con estiércol y paja, combustible sin llama que produce un humo que «amansa» a los insectos y permite manipular los panales sin riesgo de picaduras.

Ahumadera. Medina de Rioseco (valladolid)
Col. EQUIPO ADOBE

Se suma a lo anterior una inédita y completa colección de meleras, que es el término que utiliza el Diccionario de la Lengua Española de la RAE, y que sería deseable que incorporara sin demora el de mielera, por ser el vocablo más extendido y utilizado popularmente en prácticamente toda la península (de manera local en Asturias y Galicia se denomina meleira, y parra o parrón en la extensa Alcarria).

Parra (mielera). Belvis de la Jara (Toledo)
Col. Rosa Carballés

Mieleras de todos los tamaños y formas donde almacenar este «oro líquido», recipientes que por su tamaño y morfología, por la decoración digitada que adorna algunas de estas piezas, por la pátina que el tiempo depositó en sus paredes, son de una belleza y rotundidad que cautivan e hipnotizan la mirada. Mieleras que pueden portar entre el hombro y el cuello un voladizo inclinado con la finalidad de contener agua, suponiendo una barrera hídrica que impide el acceso de hormigas al apetitoso alimento.

Amboa do mel. Loñoá. Pererio de Aguiar (Ourense)
Col. Gerardo Caldas

Variante de estas mieleras son las que se utilizaron, además de para almacenar, también para decantar la miel, castraderas en las que ese saliente en ocasiones es más pronunciado, contando con una serie de agujeros en el ángulo entre el apéndice y el cuello, de tal modo que puedan apoyarse los panales para que escurra la miel al interior del recipiente.

Castradera. Niñodaguia. Xunquira de Espadanedo (Ourense)
Col. Gerardo Caldas

Igualmente la exposición ALFARERÍA TRADICIONAL DE ESPAÑA: alfarería para la miel y la cera, muestra cántaros para el hidromiel o para el arrope, ambrosía de druidas y dioses del Olimpo, la bebida alcohólica más antigua de la humanidad y precursora de la actual cerveza, consumida ya en la China del 7 000 a. C, según se desprende del análisis de restos de levaduras y polen presentes en fragmentos de cerámicas y cuernos datados en esa época, y que es el resultante de fermentar agua y miel.

Mielera. Niñodaguia. Xunquira de Espadanedo (Ourense)
Col. Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”

La miel como brebaje también se consumió en los humildes catavinos que pueden verse en la exposición, pequeños pucheritos dotados de un asa, en los que se tomaba vino caliente endulzado con miel, a lo que se solía añadir limón y canela, pócima común en la mayoría de los pueblos de España para curar catarros o para calentarse en los fríos días del invierno. Lo que no deja de ser una vertiente del arrope (del árabe hispano arrúbb, y éste del árabe clásico rubb) o mosto cocido con consistencia de jarabe, al que se le añaden en la cocción trozos de calabaza, de frutas muy dulces o vegetales, y que también se preparaba sustituyendo el mosto por miel blanca, y que en Extremadura y otras partes del territorio peninsular se conocía como «aguamiel».

Catavinos. Loranca de Tajuña. Guadalajara
Col. EQUIPO ADOBE

La exposición ALFARERÍA TRADICIONAL DE ESPAÑA: alfarería para la miel y la cera, reúne la mayor colección del mundo realizada nunca hasta ahora de colmenas cerámicas, mieleras, castradoras, palmatorias y candelabros y otras muchas piezas para miel y cera, una exclusiva selección de nada menos que 150 tipologías representativas de cada comunidad española, cedidas para la ocasión por los más prestigiosos coleccionistas nacionales de alfarería popular, auténticos «bibliotecarios del barro» por la labor de conservación y difusión que hacen de este patrimonio popular; vasijas modeladas en los obradores por manos femeninas y masculinas de alcalleres que también aprendieron a dialogar con el barro y el fuego; una colección etnográfica del mejor barro antiguo, puesta al alcance del espectador que visite el Centro Municipal de Arte y Exposiciones (CMAE) en Avilés, y recorra la sala deteniéndose a contemplar cada una de estas bellas vasijas, para descubrir y disfrutar con ello de una parte fundamental de nuestra historia.