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La cubierta superior del Teatro Palacio Valdés cuenta en la actualidad con una línea de vida (un sistema de seguridad anticaídas) certificada en la cumbrera del volumen central, pero se ha podido comprobar que no es suficiente para el mantenimiento del edificio y en particular para la limpieza y conservación de los pesebrones. Para corregir esta situación y aumentar la seguridad de los operarios,  se procederá a la ampliación de líneas de vida a otras zonas de la cubierta para realizar con plena seguridad los trabajos de mantenimiento o reparaciones.

Con este fin se ha adjudicado un contrato de 8.712 euros, IVA incluido, a la empresa VERTIKALIA TRABAJOS VERTICALES, S.L. Al tratarse de un contrato menor se solicitaron ofertas a tres empresas especializadas resultado ésta la más ventajosa. El plazo de ejecución de la obra es de un mes.

Con esta inversión se llevarán a cabo de una forma más óptima y segura los trabajos de conservación y mantenimiento en las cubiertas. De lo contrario se tendría que adoptar medidas más engorrosas como montaje de andamiaje, algo que es mucho más costoso cuando se trata de pequeñas reparaciones.

Los trabajos verticales y en altura, especialmente en tejados, son actividades que conllevan riesgos significativos para la seguridad de los trabajadores. En este tipo de trabajos, la importancia de las líneas de vida en los tejados son determinantes. Las líneas de vida son un componente esencial para garantizar la seguridad y protección de quienes realizan estas tareas. Por eso desempeñan un papel fundamental en la prevención de caídas y en la promoción de un entorno laboral seguro.

La principal función de la línea de vida es prevenir caídas desde alturas elevadas. Al proporcionar un sistema de anclaje seguro, permite que los trabajadores se muevan con libertad en el tejado sin comprometer su seguridad. En caso de un desequilibrio o pérdida de apoyo, la línea de vida actúa como un salvavidas, deteniendo una posible caída.