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El Ayuntamiento de Avilés ha iniciado las obras de rehabilitación de la zona verde delimitada por las calles Monte Cauribo, Monte Aramo y Monte Bobia, en Llaranes. La actuación, que tiene el objetivo de recuperar el interés de este espacio y revitalizarlo, consiste en la renovación de pavimentos y elementos de ladrillo en el paseo perimetral del parque y sus jardineras, así como la reposición de las pérgolas de madera hoy desaparecidas, con el fin de recuperar parte de la historia del barrio.

Los trabajos se aprovecharán para reconstruir el muro ubicado en uno de los bordes de este espacio, así como la arqueta de aguas fecales allí ubicada. Ya se ha colocado una primera línea de piedras se ha colocado sobre el hormigón fresco de la zapata, para que queden ancladas y sirvan de arriñonamiento, y continuar así con el afianzamiento y reparación del citado muro.

La actuación fue adjudicada a Mevals Proyectos y Construcciones SLU por un importe de 41.890,20 euros, y su finalización está prevista para el mes de marzo.

La actuación responde al compromiso expresado por la alcaldesa Mariví Monteserín en un encuentro con entidades vecinales de Llaranes celebrado el pasado mes de agosto. El proyecto, también de acuerdo con las peticiones de los habitantes de la zona, ha sido planteado con el fin de recobrar las señas de identidad histórica de este área estancial.

Por ello, la intervención se llevará a cabo bajo la premisa de reutilizar el mayor número posible de elementos existentes para que el resultado de la actuación sea lo mas fiel posible a la situación y estado originario de la construcción. Todo ello actualizando al momento constructivo actual tanto unos materiales como unos procesos que no se corresponden con los de la década de los 50 del siglo pasado.

Las pérgolas de madera fueron un elemento característico de este espacio desde su construcción en los años cincuenta hasta su retirada, motivada por su mal estado, hace más de tres décadas. El paso del tiempo y la acción de la climatología llevaron a estas piezas a un deterioro que ponía en riesgo la estabilidad de los elementos, obligando a su retirada por razones de seguridad.

Sí perviven en buen estado estructural, sin embargo, los dos grupos de cuatro pilastras que sustentaban estas piezas de madera, y que volverán a cumplir con este cometido una vez que las nuevas se instalen sobre ellas, construidas en madera laminada con proceso de termo sellado, más ligera y resistente al paso del tiempo.

Por su parte, el pavimento de hormigón armado presenta un importante deterioro, tanto en la parte interior como en las escaleras de acceso, contando con zonas de asentamientos diferenciales que han dado lugar a fracturas de las placas de hormigón. Estas se encuentran encintadas por un muro perimetral que pese a contar con un estado de conservación bueno en general, presenta algunas deficiencias no estructurales en su zona superior, rematada en forma de jardinera delimitada por ladrillo cara vista.

Con el fin de resolver estas carencias, la actuación proyectada incluye la instalación de 1,91 metros cúbicos de madera laminada y 141 metros lineales de perfiles de madera, la adecuación de 320 metros cuadrados de superficie y el tratamiento de 117,37 metros cuadrados de muros perimetrales.

Descripción de los trabajos

Todos los elementos a conservar se limpiarán, y se rejuntearán o repondrán de forma puntual para permitir su recuperación. Así, las pilastras y el muro perimetral se limpiaran con agua a presión, reponiéndose los tramos inexistentes y rejunteando el conjunto para garantizar su buen aspecto e impedir la entrada de agua al interior del muro y de los pilares.

Estos se rematarán con un elemento de hormigón armado que servirá de apoyo a la estructura de madera laminada, que reproducirá la pérgola original. Se protegerá a ésta de la humedad gracias a la aplicación de un material bituminoso en el apoyo de las vigas, sobre la parte superior del hormigón armado, al que se extenderá una pintura de cubierta para su propia protección.

La jardinera sobre el muro se limpiara y rejuntara, y se repondrán los elementos inexistentes con ladrillo perforado colocado con mortero hidrófugo. El encintado de ladrillo de las zonas de pavimento interno se recuperara en la medida de lo posible. Las piezas que ya se encuentran muy combadas por el asiento del terreno se repondrán, y las que puedan ser recuperables se utilizaran para reponer en los puntos en los que sea necesario.