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Avilés reivindica la figura de Trinidad Fernández en el aniversario de su fallecimiento. Su obra, fundamental para entender la pintura española contemporánea, por fin se podrá ver en la ciudad que la vio nacer en 1931. Gracias a la colaboración entre la concejalía de Cultura y la familia de la artista nace "En los dominios de Tres", exposición que se inaugura hoy, viernes 21 de abril, a las 18.00 horas en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones.
En el acto de apertura de la muestra participarán Yolanda Alonso, concejala de Cultura y Promoción de Ciudad; Mónica Rubio, hija de Trinidad Fernández; Luis Feás, comisario de la muestra y uno de los mayores especialistas en su obra, junto a representantes de las diferentes colecciones que han cedido sus obras para la realización de la muestra, como la galerista Gema Llamazares.
En el CMAE se podrá admirar, hasta el 4 de junio, medio centenar de trabajos que abarcan más de seis décadas de periplo creativo de una autora que cultivó desde el retrato a la abstracción, con su característico dominio del color.
Las han cedido el Museo de Bellas artes de Asturias y el Museo Jovellanos de Gijón, además de las propias hijas de Trinidad Fernández, Mónica y Conchita. También galerías como Nómada o Gema Llamazares de Gijón, que aporta más de una decena de lienzos, y coleccionistas como Calina Felgueroso, José Manuel García o Elsa Molinos, entre otros.
Horarios
La exposición se puede visitar, de forma gratuita, en los horarios habituales del CMAE (Calle Llano Ponte, 49), de martes a domingo de
Trinidad Fernández
Nació en Avilés, Asturias, 1931 de donde huyó con su madre al ser represaliado su padre al finalizar la guerra civil. Este acontecimiento trágico marcó su infancia, que transcurrió entre Barcelona, Suiza y Gijón. A finales de los 50 se trasladó a Madrid donde residió durante casi setenta años, hasta su fallecimiento.
Con estancias en París, Trinidad Fernández tuvo siempre un mundo propio que evolucionó a partir de los sintéticos paisajes de su primera época hasta su etapa postrera, caracterizada por el absoluto dominio del color. También fue autora de retratos fue una de las escasas artistas españolas que participaron en las Bienales de Venecia y São Paulo en el momento de su mayor trascendencia, los años sesenta, con obras de fondos grises velados y figuras reducidas a simples garabatos que se encuentran presentes en la exposición.
Como pintora abstracta, también expuso en la Mostra d´Arte Contemporáneo de Milán (1971) y la colectiva 'Femmes Peintres et Sculpteurs' del Museo de Arte Contemporáneo de París (1975), así como en la exposición celebrada en Palma de Mallorca en homenaje a Joan Miró (1977).
Desde 1954 expuso individualmente en galerías de Madrid, Bilbao, Santander y Asturias, de la que durante mucho tiempo se mantuvo alejada por desgarrones íntimos difíciles de remendar. En vida fue imposible que mostrara su obra en Avilés, algo que el Ayuntamiento y la concejalía de Cultura resarcen con este merecido homenaje.
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