Casa de Arias de la Noceda
No solo destacan los soportales en la calle Galiana, también hay edificios relevantes que ayudan, aún más, a realzarla. La del indiano Arias de la Noceda, es uno de ellos. Avilés no fue ajena al éxodo migratorio (finales del XIX y varias décadas del XX) en busca de trabajo, los emigrantes de esta ciudad lo hacían preferentemente a Cuba. El puerto de Avilés era testigo regular de su partida. Algunos, lo menos, hicieron fortuna. Y a su regreso jugaron un papel fundamental en el progreso que experimentó la ciudad a principios del siglo XX: el llamado “ensanche burgués”.
A pesar de que la singularidad de la calle Galiana le viene dada por la zona soportalada, hay en la parte izquierda ascendente de la misma, edificios relevantes de distinta factura. No en vano fue esa una zona residencial, desde hace más de un siglo, claramente diferenciada de la gente humilde que moraba al otro lado de la calle.
El más llamativo de esos edificios es el de los Arias de la Noceda, construido en 1883. Se trata de una casa de indiano, con su inconfundible firma vegetal al lado de la misma: la palmera. La fachada principal se compone de un cuerpo central y dos laterales y en ella destacan elementos metálicos de un tono rococó, por ejemplo la marquesina, de hierro y cristal, de la entrada principal. También son significativas las fachadas laterales y sobre todo la trasera con galerías que da a la zona ajardinada de la casa, fronteriza con el parque de Ferrera. En el interior destaca una imponente escalera que sirve de acceso a la primera planta y una cúpula. Actualmente es sede de los servicios sociales y de consumo del Ayuntamiento avilesino.
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