Centro de Servicios Universitarios
Personas y Bienestar
Intervención de Manuel Campa en el Simposio Internacional de la Iniciativa Hipocrática de Poesía y Medicina
23 may. 2024
El acto de apertura se ha desarrollado en el Centro de Servicios Universitarios

 

Intervención del concejal Manuel Campa en el acto de inauguración del 11º Simposio  Internacional de la Iniciativa Hipocrática de Poesía y Medicina
 

Intervención del concejal Manuel Campa en el acto de inauguración del 11º Simposio  Internacional de la Iniciativa Hipocrática de Poesía y Medicina

Centro de Servicios Universitarios de la Universidad de Oviedo

Avilés, 23 de mayo de 2024

 

Es un honor para Avilés poder se la sede de este 11º Simposio Internacional de la prestigiosa Iniciativa Hipocrática de Poesía y Medicina que incluye, además, la ceremonia de entrega del Premio Hipocrático de Poesía Médica 2024. Esta es una ciudad que año tras año incrementa el número de congresos, simposios y encuentros de alto nivel que tienen el acierto de elegir Avilés como lugar para su organización.

A priori podría pensarse que medicina y poesía son disciplinas que no tienen relación. La medicina, utiliza la ciencia como principal instrumento para el mantenimiento, restablecimiento o mejora de la salud humana, mientras que la poesía es ese gran género literario que manifiesta la belleza o el sentimiento estético por medio de la palabra.

Sin embargo están más unidas de lo que parece. En la poesía se encuentra el bálsamo para muchas dolencias de ámbito emocional, que contribuye acompañar a la persona en el proceso de la superación de la propia dolencia. Decía María Zambrano que "el poeta es el único capaz de destruir los monstruos creados por la razón".

Permítanme hacer una reflexión que viene a colación, precisamente de la importancia de que los pacientes tengan estímulos añadidos que acompañen a su recuperación física y mental, y a racionalizar su estado.

No descubro nada si afirmo que, desde hace unos 20 años, la neurociencia estudia cómo reacciona el cerebro ante las emociones. Y por tanto, sobre la importancia de contribuir a crear estados emocionales positivos para mejorar la disposición del paciente al tratamiento creando entornos de bienestar.

Pues bien, a ello contribuye precisamente la poesía, la literatura, el arte en general, pero también el contacto con la naturaleza. En ese ámbito quiero destacar que en Avilés, donde contamos con un Hospital cuya fundación preside el propio Ayuntamiento -pocas ciudades de nuestro tamaño pueden decirlo- se está desarrollando un proyecto que consiste precisamente en la dotación de un Jardín Terapéutico en el entorno del propio hospital.

Un Jardín Terapéutico que busca mejorar la calidad asistencial del Hospital renovando en su integridad 2.400 m2 para crear un entorno dotado por especies vegetales, mobiliario urbano, láminas de agua, puentes y paseos, que dividirá el espacio en tres zonas: una de Rehabilitación, otra de Relax y una tercera de Socialización.

Sin duda, en estos espacios que vamos a crear tendrá cabida la literatura, y más concretamente la poesía, con el fin de crear un ecosistema del máximo bienestar para el paciente. Por ello, estamos abiertos a propuestas que contribuyan a convertir la poesía en parte distintiva de este espacio.

Es muy importante dar ilusión, esperanza y ánimo a quien está superando procesos difíciles en cualquier ámbito de la vida.

Para finalizar permítanme leer un poema de una de las grandes poetas que ha tenido esta ciudad: Ana de Valle. Un poema que reflexiona precisamente sobre la importancia de abrir nuevas esperanzas e ilusiones ante la vida y la importancia de avanzar siempre buscando un motivo de progreso. Y de contribuir, cada cual desde su responsabilidad, siendo parte activa en ese compromiso colectivo.

Dice así:

 

"No ser agua dormida, estancada

en sí y para sí !muerta!

sino agua de manantial,

agua de torrentera.

De cascada que rompe en mil diamantes.

Agua de río que, corriendo, riega.

Agua de fuente que canta en la mañana,

y que a la tarde, sollozando, reza.

Agua de lluvia, ¡de nube en el estío!

Agua que empapa, nutre, en primavera.

Agua de mar abierto, por donde

la vida y la ilusión navegan!

No quiero

ser piedra de sortija en ningún dedo.

Quisiera

ser agua pura, viva...

¡y que me beban!

 

Muchas gracias por su atención. Y bienvenidos a Avilés. Disfruten de este simposio y de esta ciudad milenaria firmemente comprometida con las políticas de bienestar.

 

 

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