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Desde hace unos días, la Capilla de San Pedro acoge una maqueta tallada en madera de la misma y de los Caños de Rivero. Es una obra del artista gallego José Castro Piñeiro que, durante muchos años, fue vecino de Versalles, fallecido en 2011.

Su hija María del Carmen cedió al Ayuntamiento, a través del Museo de la Historia Urbana de Avilés, la reproducción a escala de la Capilla y Caños de Rivero que, por sus dimensiones (117x65x100 cm), no se ha podido instalar en el museo. Por este motivo, Castro acordó con el Ayuntamiento y la Parroquia de San Nicolás de Bari, a través de la Cofradía del Santísimo Cristo de Rivero y San Pedro Apóstol, su exposición en la ermita.

José Castro Piñeiro nació, en 1923, en Caldas de Reis, Pontevedra. En 1957 emigró a Avilés para trabajar en la recién inaugurada ENSIDESA donde desempeñó su actividad laboral hasta su jubilación. Aficionado a la talla y a la fotografía, labró la maqueta, en sus ratos libres, en el interior de la Capilla entre 1982 y 1984.

La Capilla de San Pedro surgió como una ermita de patronazgo municipal en el camino entre Avilés y Oviedo. En 1650 sufrió una primera transformación a la que le siguió otra, que le confirió su actual aspecto, en el siglo XIX. Los caños, por su parte, datan de 1815 y son una respuesta a la demanda vecinal de contar con una fuente en el nuevo arrabal, que desde el siglo XVII se constituye con la calle Rivero. Ambos, junto con la entrada al parque de Ferrera,  son unos de los elementos más vistosos del casco histórico avilesino