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Concejales, Concejalas, vecinos y vecinas de Avilés:

El pasado 28 de mayo, tal y como establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, se celebraron las decimosegundas elecciones municipales y autonómicas, desde la constitución de aquellos primeros Ayuntamientos democráticos en 1979, aquí en esta ciudad presidido por don Manuel Ponga Santamarta.

Hoy respondemos a la voluntad ciudadana expresada en las urnas con la toma de posesión de los nuevos concejales y concejalas que, durante los próximos cuatro años, asumimos la responsabilidad de contribuir a la transformación y al progreso de Avilés

Una responsabilidad y un compromiso colectivo que entendemos desde el deber democrático de afrontar el futuro, investidos en los valores que identifican la democracia: la igualdad, la libertad, la justicia y la búsqueda constante del diálogo como antesala del acuerdo.

Porque el acuerdo es la máxima expresión de la democracia. Y esa es la exigencia que nos muestra la ciudadanía, otorgándole a la fuerza mayoritaria la responsabilidad de alcanzar mayorías y de formar un gobierno que garantice la gobernabilidad durante los siguientes cuatro años.

Quiero, en primer lugar, felicitar a todos los avilesinos y avilesinas por el ejemplo que han vuelto a demostrar durante todo el proceso electoral, y que evidencia la madurez democrática de nuestra ciudad.

Quiero también agradecer al Grupo Socialista y al Grupo Cambia Avilés por su confianza para investirme alcaldesa de Avilés. Y a todas las personas que han dado su apoyo a las dos candidaturas para hacer posible que ahora sigamos teniendo un gobierno de progreso.

La corporación municipal tras la celebración del Pleno de constitución y elección de alcaldesa.

Un apoyo al que vamos a responder con el mismo trabajo, responsabilidad, ilusión, y grado de compromiso demostrado por todos los hombres y mujeres que, a lo largo de las 11 legislaturas pasadas, han identificado a los gobiernos de progreso de Avilés. Siempre contribuyendo a la transformación de la ciudad, escuchando y respondiendo a las demandas de la ciudadanía y definiendo las nuevas oportunidades y que se abrían ante el futuro de nuestra ciudad.

No es casualidad que 10 de esos 11 mandatos han estado regidos por alcaldes y alcaldesas socialistas, tres de ellos con pactos de izquierdas que han garantizado la estabilidad y el progreso de Avilés. Siempre hemos tenido la capacidad de saber liderar los nuevos retos que se abrían a la ciudad. Y la ciudadanía así lo ha reconocido una vez más.

Hoy vivimos un momento clave en el futuro de Avilés. El mundo está inmerso en una profunda transformación originada por la democratización de la ciencia y la impacto de las tecnologías en todos los ámbitos de la vida: medios de producción, fuentes energéticas, formas de comunicarnos. Es evidente que estamos en plena revolución científico tecnológica.

Nuestra sociedad aún es incapaz de atisbar las repercusiones de lo que estamos viviendo. Una nueva realidad que en estos últimos cuatro años se ha acelerado con:

• Una pandemia mundial que ha evidenciado la importancia de mantener una soberanía industrial, pero también de atender los efectos sobre las personas y su salud física y emocional.
• El estallido de una guerra a las puertas de Europa que ha acelerado el desarrollo de nuevas fuentes energéticas renovables,
• El recrudecimiento del cambio climático que hace imprescindible emprender acciones contundentes para preservar nuestro planeta,
• La extensión de posiciones nacionalistas, tanto en el ámbito político como económico, de países fundamentales en el comercio internacional, que están llevando a reconfigurar la posición geopolítica del planeta,
• Y transformaciones tecnológicas profundas, inimaginables hace un lustro, que ya están cambiando nuestro sistema productivo, nuestro modelo energético e incluso nuestro mercado laboral. Por no decir la forma de relacionarnos.

Nos enfrentamos a un cambio de era y tenemos la obligación de situar a Avilés en la mejor posición para afrontar con garantías ese futuro.

Y debemos decir que Avilés ha sabido atisbar ese futuro. Cuando la mayoría de ciudades europeas renunciaban a la industria en favor de otras actividades, en Avilés asumimos el reto de modernizar nuestra industria, muy conscientes de que era el único sector capaz de generar un alto valor añadido y  empleos de alta calidad.

Hoy, tras la crisis sanitaria, tras la guerra de Ucrania, y ante la respuesta débil que mostró Europa tras la ruptura de las cadenas productivas, Europa vuelve a mirar a su industria como sector estratégico. Y Avilés está en una muy buena posición para poder protagonizar ese proceso.

Debemos tener presente que una de cada tres infraestructuras industriales destinadas a la innovación en España se encuentran en Avilés. Y que Avilés ha pasado de disponer de dos a ocho grandes centros de I+D, algunos pioneros en el mundo, que investigan y desarrollan proyectos en ámbitos muy diversos de la industria.

Potenciar esa realidad exige el impulso de las administraciones públicas, con proyectos como crear uno de los primeros parques empresariales verdes de España, la Manzana del Talento y el Emprendimiento que nos situará como referente del talento industrial (para la que ya contamos con el compromiso del Gobierno de España), o la presencia de la Agencia Asturiana de Innovación en el que será Centro de Recepción del Parque Científico Tecnológico "Isla de la Innovación".

O la construcción del Centro de I+D del Hidrógeno y las Energías Renovables, que marcará un antes y un después en la configuración de un ecosistema de empresas especializadas en la producción de equipos de energías renovable e hidrógeno, como en su momento consiguió el Centro de Investigación de los materiales del ITMA (hoy IDONIAL) modernizando la industria siderúrgica asturiana.

La industria también asume el reto imprescindible de consolidar ecosistemas sostenibles en términos medioambientales, de contribuir a crear ciudades industriales saludables atractivas para el talento, para los trabajadores y trabajadoras. Ese es el gran cambio de la revolución científico tecnológica. El futuro pasa por industrias sostenibles, eficientes en el tratamiento de sus residuos y ejemplares medioambientalmente. Y Avilés está inmersa en ese proceso.

Y esta nueva exigencia viene muy ligada a la conversión de nuestras ciudades en espacios altamente atractivos para vivir, capaces de revertir el proceso demográfico que hoy vive Europa. Y digo Europa porque el resto del mundo no vive este problema. Mientras que la población mundial aumentará en dos mil millones de personas, de los 7.700 millones actuales a casi 11.000 millones a finales de siglo, Eurostat estima que en la Unión Europea la población descenderá de los 447 millones que tenía en 2020 a 416 millones en 2100.

Debemos trabajar para revertir esta tendencia. Avilés está en condiciones de hacerlo. Y para ello, debemos seguir consolidándola como ciudad altamente atractiva para vivir. Eso exige en primer lugar generar empleo de calidad, ser una ciudad saludable y confortable que facilite la calidad de vida, y contar con unos servicios que garanticen la igualdad de oportunidades y la vida de las personas.

Igualmente debemos facilitar una oferta de vivienda de calidad y de fácil  acceso a todas las personas, y que  ofrezca seguridad ante su futuro. Acompañado de una amplia oferta de servicios de calidad en toda la ciudad,  accesible para todas las personas que nos distinga como una ciudad del cuarto de hora.

En esa concepción de ciudad el comercio asume un papel de gran importancia. Sin perder de vista, que el comercio de proximidad es la actividad que más le está costando adaptarse a las nuevas pautas de consumo que surgen tras la irrupción de las nuevas tecnologías y especialmente la aparición de grandes compañías especializadas en el comercio electrónico, tenemos la convicción de que Avilés reúne las condiciones para afrontar una amplia modernización del comercio. Junto al tejido comercial queremos impulsar una nueva gobernanza del comercio, liderada por el propio tejido, que nos permitirá impulsar nuevos servicios que ayuden a su digitalización y a su sostenibilidad, a fidelizar clientes y a convertirnos en una ciudad de una nueva centralidad comercial en Asturias.

Y lo vamos a conseguir, de la misma forma que hemos conseguido convertirnos en una referencia turística en Asturias, especialmente tras la pandemia, un sueño con el que iniciamos la década de los 2000 y que hoy es una absoluta realidad.

Seguiremos trabajando en nuestra consolidación como Destino Turístico inteligente, ofreciendo experiencias únicas a quienes nos visitan en torno a la riqueza de nuestro patrimonio, nuestra oferta cultural, deportiva, gastronómica y festiva, y en nuestra creciente calidad medioambiental. Un nuevo segmento turístico en el que exploraremos nuevas acciones. Y cómo no, con la revalorización del casco histórico y el impulso al Centro Cultural internacional Oscar Niemeyer junto al Gobierno de Asturias.

Porque la cultura es un factor fundamental en esa concepción de Avilés. No sólo por ese espíritu humanista y critico que siempre ha identificado a la ciudadanía avilesina, sino también porque es uno de los ingredientes esenciales de la concepción de Avilés como ciudad creativa, como espacio de innovación y dinamismo económico, y como elemento de atracción de nuevos visitantes.

Por ello, en este mandato vamos a reforzar nuestros espacios culturales y muy especialmente nuestros barrios, generando nuevas actividades que contribuyan a su dinamismo e identidad.

Nuestro objetivo de atraer población a Avilés es atraer talento pero también debemos seguir trabajando para generarlo. Asturias, a lo largo de la democracia ha sido un ejemplo de generar talento. Sin embargo en muchas ocasiones, en demasiadas, ese talento abandonaba Asturias porque nuestro tejido productivo no respondía a sus demandas.

Hoy esa realidad ha cambiado. El talento, el conocimiento, el dato, son los nuevos grandes paradigmas del cambio. Y en esa concepción la educación adquiere un papel aún más determinante que en la décadas precedentes. Garantizar el acceso a una educación de calidad es el mayor patrimonio que se puede otorgar a cada persona. Y a partir de ahora será el garante para obtener un buen empleo. Empleos que Avilés va a estar en disposición de ofrecer.

Las grandes transformaciones que vivimos sólo se pueden hacer desde el protagonismo de los jóvenes. Sólo ellos nos ayudaran a adaptarnos a los cambios que vienen. Cambios que deberemos afrontar garantizando el progreso colectivo, la cohesión social y la igualdad de oportunidades.

Por ello nos planteamos dos grandes objetivos. El primero, a corto plazo, es garantizar la titulación de todo el alumnado en la secundaria. El segundo, a más largo plazo, es conseguir que todos nuestros jóvenes titulen después de la secundaria, bien sea en estudios universitarios, o en Formación Profesional.

Afirma Joshua Angrist, Premio Nobel de Economía en 2021 por su estudio de las relaciones entre educación y salarios, que “Cada año adicional de educación aumenta los salarios en un 10 %”. Por ello es fundamental conseguir una educación de la máxima calidad. De ahí nuestro empeño en la Formación Profesional y en Formación para el empleo. Los nuevos equipamientos que hoy impulsamos marcarán un antes y un después.

Queremos empleos de calidad para fijar población. Pero para convertir Avilés en una ciudad atractiva para las familias, y avanzar en el reto de revertir la realidad demográfica, además es fundamental impulsar nuevos servicios que faciliten la conciliación de la vida laboral y familiar.

Y eso también exige reconocer el papel de las mujeres en el progreso y la transformación de nuestra sociedad. No vamos a permitir ni un ataque a los derechos de las mujeres. Derechos que nos ha costado tanto alcanzar como sociedad. Por eso creamos la Casa de la Mujeres. Un espacio desde donde impulsar la participación de las mujeres, de formas activa, en todos los ámbitos de la vida. Pero también es la casa que se ocupa de prevenir y proteger a las mujeres que se enfrentan a ese mal social que es la violencia de Genero. Una casa también para difundir que todos hombres y mujeres tenemos que combatir socialmente esta terrible realidad.  

Vamos a seguir manteniendo una posición de liderazgo en el camino hacia la igualdad. En Avilés jamás habrá un retroceso en esta materia mientras nosotras y nosotros estemos aquí.

De la misma forma que seguiremos garantizando el progreso y la calidad de vida de las personas con más dificultades, facilitando que contribuyan con sus talentos a la construcción de esta ciudad.

En el progreso y transformación de Avilés las personas mayores también deben asumir un papel fundamental. Con la jubilación se abre un ciclo vital de gran dinamismo al que debe responder nuestra sociedad.

En Avilés, como ciudad perteneciente a la Red Mundial de Ciudades amigables con las personas mayores, desarrollaremos programas y líneas de acción que faciliten y promocionen la autonomía de las personas, que mejoren y mantengan su calidad de vida a través del envejecimiento activo, y que impulsen su participación activa, combatiendo la soledad no deseada, y ofreciendo servicios adecuados para quienes viven una situación de dependencia.

Queremos que nuestros mayores sean plenamente partícipes en la vida social, política y cultural de la ciudad, así como de los grandes  cambios y transformaciones que está impulsando Avilés. Y mantener la perspectiva de la edad en el diseño de la ciudad y en la configuración de sus servicios.

Asumimos el reto de iniciar una transición hacia espacios intergeneracionales que fomentan la convivencia de mayores y jóvenes.

Permitirme hacer una reflexión al respecto que considero de enorme valor. Un fundamento del progreso de las sociedades (muy presente en nuestras aldeas pero instaurado desde el inicio de la humanidad) era la continua e imprescindible transferencia de conocimiento entre mayores y hacia los jóvenes.

Las ciudades rompieron esa transferencia de conocimiento y es fundamental recuperarla porque es la única forma de mantener viva nuestra historia y de afrontar con garantías nuestro futuro. De no hacerlo estamos perdiendo un conocimiento que nos puede hacer retroceder como sociedad.

Son muchos los retos que tenemos por delante. Hoy 13 concejales y concejalas asumimos la responsabilidad del gobierno de esta ciudad. Pero somos veinticinco los concejales y concejalas, elegidos por la voluntad, libre y democrática, de nuestros vecinos y vecinas, que asumimos el compromiso de responder con trabajo, responsabilidad, ilusión y diálogo a la cohesión, progreso y bien común de la ciudad. Y responder a las expectativas que nuestra conciudadanía ha depositado en cada uno de nosotros y nosotras.

Con ese compromiso iniciamos un mandato en el que vamos a trabajar para que Avilés sea la ciudad que queremos, por la que llevamos años trabajando y conseguir que esta ciudad asuma una posición de referencia en la nueva Europa que está empezando a construirse.

Muchas gracias!!